Compra Smudge de Salvia Blanca y Hoja Santa (aprox. 8 – 10 cm)

Esta salvia blanca crece en estado salvaje en California y se cosecha a mano. No se ha tratado y sólo se ha secado. El smudge (literalmente, fuego ardiente), en ramilletes o en manojos, es un incienso ceremonial completamente natural que queman los pueblos indígenas americanos, por ejemplo en las cabañas de sudar. Los médicos, terapeutas y trabajadores del cuerpo descubren cada vez más los efectos beneficiosos de estas hierbas. El sahumerio se utiliza en todo el mundo para volver a entrar en contacto con el poder de la Madre Naturaleza. El uso de plantas y resina humeantes se originó posiblemente en las hogueras primordiales de las cuevas. La ceremonia de limpieza, de personas, lugares y objetos, con humo todavía continúan hoy en día. No sólo era bueno para alejar a los molestos insectos voladores, sino que el humo de algunas plantas (smudge) también ayuda a conservar los alimentos y la piel. Además, ciertos tipos de humo podrían ofrecer protección contra los espíritus y pensamientos invisibles.

Para aplicar este efecto protector y limpiador, se calentaban hojas o resinas para hacer humo, que luego se frotaba sobre la persona u objeto, a menudo con grandes abanicos de plumas. Algunas plantas daban humo que se utilizaba para curar, y otras tenían poderes más generales. El humo del sahumerio se hace colocando plantas o hierbas secas sobre carbones ardientes, o encendiendo hierbas secas en un cuenco de barro o una concha grande. La salvia blanca se quema en ceremonias para ahuyentar espíritus malignos, pensamientos o influencias negativas. Las hojas son famosas por su especial olor, y se utilizan como repelente natural contra las polillas (en la ropa) o los mosquitos (en una habitación).

La salvia blanca puede utilizarse de numerosas maneras. Los nativos americanos de la América Central cubren con ella el suelo de sus cabañas de sudor. También inhalan un pequeño manojo de salvia y a veces se lo frotan en el cuerpo cuando están en la cabaña de sudor. Dicen que la Salvia Blanca hace enfermar a los espíritus malignos. Se alejan con ella, si se quema. No es así con los buenos espíritus; no se van a través del humo. A los buenos espíritus les gusta la salvia.

La hoja santa se utilizaba antiguamente para tratar el asma, las infecciones respiratorias y la rinitis. Otras tribus de nativos americanos la utilizaban para hacer una pasta para tratar heridas, picaduras de insectos, fracturas y úlceras.

¡Una combinación muy bonita!